La Sierra: un secreto muy bien guardado en Falcón (I parte)

La Sierra: un secreto bien guardado en Falcón

Falcón es una de las zonas venezolanas más privilegiadas. Tiene ríos, cuatro parques nacionales, un monumento y varios patrimonios naturales. También es el estado con más kilómetros de costa del país, pero hay una zona que, a nuestro modo de ver,  es un secreto muy bien guardado. Se trata de la Sierra de Coro o Sierra de San Luis. Está al sur de la entidad, guarda una diversidad de pueblos y, sobre todo, hay que resaltar a su gente. Toda ella es bonhomía, humildad, reciedumbre y disposición a servir a quien decida adentrarse en sus humildes viviendas, en sus bien cuidadas posadas y  en sus cataratas, caminos y pare usted de contar.

Parte de la sierra es de clima fresco, otra parte algo más calurosa. Aunque en menor proporción, continúan sembrando café, naranjas y otras frutas  y hortalizas para su sustento, así como para vender en Coro, la capital falconiana, en Paraguaná e incluso en Aruba.

¡Y pensar que esta tierra ha dado tanto! Si no recuerden aquella sublevación del zambo José Leonardo Chirinos en 1795, considerada por los historiadores como el primer movimiento independentista de Venezuela.

Chirinos se rebeló en Macanillas, cerca de Curimagua, un pueblo tranquilo que va cobrando importancia turística, porque a poca distancia quedan, por ejemplo, el cerro Galicia, el haitón de Guarataro y La Chapa; además es un lugar estratégico para pernoctar antes de seguir visitando la serranía falconiana.

Más allá, a sólo kilómetros,  está Cabure. Cómo no destacar sus bellas casas tradicionales, una al lado de otra, hermosamente cuidadas y que hacen pensar que el tiempo se detuvo en esta serranía venezolana, pero no es así. Allí siempre pasa algo, solo que diferente…

¿Recuerdan cuando le hablamos de la fortaleza y reciedumbre del serrano? Pues hay una historia que de a poco muchos han olvidado. Es la historia de Carlos Rivero Solar, conocido como Pájaro Serrano y nativo de El Naranjito, un caserío de Cabure.

A Rivero Solar un día se le ocurrió que podía volar y decidió construir  unas alas con cuero de vaca y ramas. Después se fue al cerro La Soledad con unos testigos. Se lanzó al vacío desde una altura de 70 metros. La buena noticia es que logró planear unos segundos. La mala es que perdió el control y cayó estrepitosamente.

Rivero Solar logró sobrevivir a esta odisea. Hoy es considerado uno de los precursores de la aviación en el país y el primer venezolano en intentar volar.

También deben haber escuchado que Cabure, la capital del municipio Petit, fue asiento de guerrilleros en los años 60 y 70 del siglo pasado. Uno de los principales combatientes fue Douglas Bravo, nativo de estas tierras y quien creó el Frente Guerrillero José Leonardo Chirinos para contrarrestar al ejército de la época.

José Leonardo Chirino, Rivero Solar y Bravo son ejemplos claros de la fortaleza, entrega, disposición y compromiso de la gente de la zona. Esa gente que se levanta cuando aún los gallos no han cantado para salir a trabajar ya sea la tierra, en las posadas que cuidan, en el pequeño destacamento policial o simplemente en la casa preparando a los niños para que vayan a la escuela.

Aunque este medio digital fue creado para resaltar las bondades turísticas  de Venezuela y del mundo, esta nota la hemos querido dedicar a los pobladores de la sierra falconiana, porque son ellos quienes por siglos se han dado a la tarea de cuidar estas montañas, de cultivarlas y de recibir a quienes deciden adentrarse en ellas para conocer un poco más de un estado privilegiado por el universo.

Y sin deciden visitarla, a continuación encontrarán una lista de algunas de las posadas y restaurantes de Curimagua y Cabure, solo dos de los innumerables pueblos que podrán recorrer en esta hermosa zona venezolana.

Posadas y restaurantes de la Sierra

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